Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.
Proverbio africano.
Los adultos en edad laboral establecemos la mayoría de nuestras relaciones y amistades en el trabajo. Ya sea de forma física, virtual o híbrida, pasamos una buena parte del tiempo con nuestros compañeros de trabajo y es natural que generemos cercanía, compartamos intereses y vayamos cultivando relaciones cada vez más estrechas que pueden convertirse en amistades duraderas. Sin embargo, el efecto de estas amistades trasciende lo social. También son fuente de apoyo para nuestro crecimiento profesional, para mantener nuestra estabilidad emocional en momentos de tensión e incluso para potenciar nuestro desempeño.
¿Por qué son importantes las amistades en el trabajo?
Decíamos entonces que generar y cultivar amistades en el trabajo es fundamental para tener una vida laboral sana y establecer relaciones profesionales exitosas, aunque muchas veces lo pasamos por alto o no le damos la importancia suficiente. Es más, cuántas veces no hemos escuchado personas decir que al trabajo no se va a hacer amistades o que hay que separar completamente el aspecto personal del laboral. Nada más alejado de la verdad. Los seres humanos somos seres sociales, por lo que cultivar relaciones y establecer lazos de amistad es de suma importancia para nosotros.
A través de los vínculos que establecemos con nuestros colegas encontramos un sustento emocional, así como las posibilidades para desarrollarnos mental, emocional y laboralmente. Nuestros amigos nos apoyan de forma personal, pero también pueden ayudarnos a mejorar nuestra productividad y desempeño.
Beneficios de tener amistades en el trabajo.
Uno de los beneficios de tener amistades en el trabajo es que estas nos ayudan a fortalecer nuestra identidad y conformar la percepción que los demás tienen sobre nosotros. Esto nos ayuda a dar significado a lo que hacemos y orientarnos más fácilmente hacia nuestro propósito. Es otra forma para que las personas nos conozcan en nuestra manera de interactuar con alguien más cercano y no sólo piensen en nosotros como meros clientes o proveedores internos.
Por otro lado, la mera presencia de un amigo en nuestro espacio de trabajo nos ayuda a afrontar los retos con éxito. Marissa King, en su libro “Química Social”, explica que las conexiones sociales son un fuerte predictor del funcionamiento cognitivo, la resiliencia y el compromiso de las personas. También está comprobado que factores físicos como la presión sanguínea y la respuesta de nuestro sistema inmune, pueden verse significativamente afectados por qué tanto nos agradan las personas con quienes pasamos mayor tiempo. Así que contar con un amigo en el trabajo permite que nuestro propio organismo regule mejor su funcionamiento y tengamos mayores posibilidades de éxito.
Los amigos también traen confianza a un equipo de trabajo y mejoran el flujo de información y de ideas. Esto fortalece la autoconfianza de todos los integrantes y permite el aprendizaje mutuo. En otras palabras, los equipos donde se forman amistades se desempeñan mucho mejor.
Tener amigos en el trabajo nos hace más eficientes y estar más satisfechos. En diferentes estudios, se concluye reiteradamente que establecer amistades ocupa el primer lugar dentro de los factores que definen la satisfacción laboral y la calidad en la experiencia de las personas en el trabajo.
Finalmente, las amistades profesionales también nos ayudan a mantener un mejor equilibrio de vida y disminuir los niveles de estrés. Los amigos se pueden volver una válvula de escape ante situaciones críticas y tener cerca a alguien nos escuche puede hacer una gran diferencia, ya que nos brinda contención y ánimo para recuperarnos lo más pronto posible. En este mismo sentido, las empresas que fomentan la vinculación de sus colaboradores y priorizan su bienestar social han logrado que las personas se sientan acompañadas, apoyadas y motivadas para tener un mejor desempeño.
Todo esto por no mencionar el potencial de las amistades en el futuro a mediano y largo plazo como elemento central de nuestra red de contactos y conexiones en la organización. Este tipo de redes pueden ayudarnos a encontrar recursos y oportunidades de crecimiento que ayuden al desarrollo de nuestra carrera.
“Los seres humanos somos seres sociales, por lo que cultivar relaciones y establecer lazos de amistad es de suma importancia para nosotros”.
EFraín Zapata.
Fomentar las amistades en el trabajo.
Como líderes ¿podemos hacer algo para cultivar las relaciones sociales en el trabajo? La respuesta es clara: por supuesto que sí. Pudiéramos pensar que el surgimiento de amistades en el trabajo es algo fortuito o aleatorio, sin embargo, los líderes pueden jugar un rol importante para fomentar este tipo de relaciones y unir más a sus equipos para así aprovechar los beneficios en productividad, comunicación y desempeño que ya hemos comentado.
Establecer un programa de compañeros de nuevo ingreso puede ser una estrategia efectiva. Tener alguien con quien acudir es de mucha ayuda, especialmente para las personas que recién se integran a la organización. Este tipo de programas asigna a quienes acaban de integrarse a la empresa a un compañero con mayor experiencia. El objetivo es que lo acompañe especialmente durante sus primeras semanas, brindando consejos sobre las reglas no escritas, los proyectos que se tienen en marcha y por supuesto, establecer conexiones con otras personas.
Crear oportunidades para que las personas se conozcan es otra medida importante. Organizar reuniones o convivencias con personas de diferentes áreas o equipos puede facilitar el proceso de interacción y establecimiento de lazos de amistad. Además, asignar tareas compartidas a personas que no suelen trabajar juntas dentro del equipo puede propiciar una mayor colaboración y fortalecimiento de los vínculos.
Fomentar la interacción constante es clave para el establecimiento de relaciones profundas y duraderas en el trabajo. Los líderes pueden utilizar diferentes medios de comunicación para promover el contacto entre los miembros del equipo y crear un ambiente propicio para el intercambio de ideas y experiencias. Sin embargo, es importante recordar que este proceso debe ser natural y no forzado, permitiendo que las relaciones se desarrollen de manera orgánica entre los miembros del equipo.
Las amistades en el trabajo no solo tienen un impacto positivo en nuestra vida laboral, sino también en nuestra salud y bienestar general. Como líderes, es importante reconocer el valor de estas relaciones y trabajar activamente para fomentar un ambiente de trabajo en el que las personas se sientan apoyadas, valoradas y conectadas entre sí. Al hacerlo, no solo estaremos contribuyendo al éxito y la productividad de nuestro equipo, sino también al bienestar y la felicidad de cada uno de sus miembros. Te sugerimos escuchar el episodio del podcast Ideas Sobre Liderazgo que aborda más detalladamente este tema.
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