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Encontrarás significado en la vida si lo creas.

Osho

En el mundo laboral actual, donde el ritmo es acelerado y muchas veces la rutina nos consume, es fácil perder de vista el propósito de nuestro trabajo. Sin embargo, entender cómo nuestras acciones individuales impactan en un proyecto mayor puede marcar una gran diferencia. Esta parábola medieval nos invita a reflexionar sobre nuestra perspectiva como líderes y cómo cultivar un liderazgo con propósito y visión sistémica.

Se cuenta que, en la Edad Media, tres constructores trabajaban en la misma obra, pero vivían su día a día de formas muy distintas. El primero se sentía triste y desdichado. Su trabajo, decía, consistía en cargar piedras todo el día, una tarea pesada y sin sentido. Veía cómo otros parecían tener una mejor vida y no podía evitar envidiarlos. Su actitud era dura, incluso con sus compañeros, pero repetía resignado: “¡Alguien tiene que hacerlo!”

El segundo constructor compartía cierta frustración. Para él, cada vez que terminaba un muro, debía empezar otro. Sentía que su labor era interminable. Pensaba: “Nunca acabaré, y probablemente mis hijos seguirán en esta construcción sin fin”. Vivía atrapado en la rutina, incapaz de encontrar motivación en su trabajo.

“Entender cómo nuestras acciones individuales impactan en un proyecto mayor puede marcar una gran diferencia”.

Efraín Zapata

Pero el tercer constructor era diferente. Trabajaba con alegría, cuidando cada piedra como si fuera la más importante. Al inicio y al final del día mantenía la misma energía y entusiasmo. Algunos lo consideraban extraño: ¿cómo podía alguien ser feliz haciendo lo mismo cada día?

Intrigado, uno de sus compañeros le preguntó un día el secreto de su felicidad. El constructor lo invitó a caminar juntos hasta un monte cercano. Desde ahí, señaló el terreno donde trabajaban y dijo: “Antes, ese lugar estaba vacío. Hoy hemos construido los cimientos y levantamos los muros de una gran catedral. Tal vez yo no la vea terminada, pero mis hijos y nietos sabrán que puse mis manos en su creación. Por eso, cada piedra debe ser la mejor”.

Su compañero quedó en silencio. Todos sabían que se construía una catedral, pero no todos lo sentían así. Cargar piedras o levantar un muro puede parecer una tarea sin trascendencia, hasta que entiendes que formas parte de algo más grande.

Y tú, cuando trabajas: ¿ves solo piedras, un muro o la catedral? Adoptar una visión sistémica y encontrar el propósito en lo que hacemos es clave para liderar con sentido y transformar la forma en que vivimos nuestro trabajo.

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