La fuerza del equipo se encuentra en cada miembro. La fuerza de cada miembro está en el equipo.
Phil Jackson.
De manera cotidiana, los conceptos de “grupo” y “equipo” son utilizados de forma indistinta. Sin embargo, aunque las diferencias pueden parecer sutiles, hacer una distinción entre ambos conceptos nos permitirá comprender mejor la interacción entre las personas y sentar las bases para crear equipos de alto rendimiento que fortalezcan la productividad de nuestra organización.
De manera muy general, podemos decir que un grupo es un conjunto de individuos unido por una razón o interés común, mientras que un equipo es un conjunto de individuos seleccionados por sus habilidades o características para lograr una meta u objetivo específico.
Esta diferenciación se hace más clara cuando incorporamos el concepto de trabajo. Al trabajar en equipo, los miembros funcionan de forma interdependiente, con un objetivo común y para producir un resultado específico. Por otra parte, cuando se trabaja en grupo, dos o más individuos trabajan de forma independiente pudiendo o no sumar sus resultados para generar un objetivo más amplio. La diferencia fundamental es que un equipo trabaja de forma conjunta para un objetivo común, mientras que un grupo es más independiente, tanto en sus acciones como en sus resultados.
Formar un grupo es fácil y rápido. Basta unir a varias personas alrededor de un tema de interés y tendremos un grupo. En cambio, un equipo tiene un número limitado de integrantes ya que necesita considerar su experiencia y conocimientos, así como identificar y alinear las expectativas y valores de cada uno de sus miembros. En un equipo de trabajo las personas toman un papel activo de comunicación, colaboración y compromiso mutuo.
Exploremos algunas de las diferencias fundamentales que existen entre los equipos y los grupos de trabajo.
Alienación
Esta es la diferencia fundamental entre ambos conceptos. Un equipo tiene claro cuáles son sus objetivos y los resultados que busca. Habrá tejido una sólida relación entre sus miembros y comparten una serie de valores e intereses que conforman la personalidad del equipo, sin perder su individualidad. En un equipo se encuentran valores comunes que incorporan la individualidad de cada miembro para enriquecer los resultados.
Por el contrario, en un grupo cada uno de los miembros tendrá objetivos, intereses y valores distintos. No existe un esfuerzo por conformar una serie de puntos comunes, más allá del tema de interés, o generar una personalidad del grupo que lo defina.
Relacionamiento
La interacción entre los miembros de un grupo es más bien esporádica y casual. Puede responder a una actividad común, pero no considera el establecimiento de una relación a mediano o largo plazo.
En un equipo se dará gran peso al conocimiento mutuo y el fortalecimiento de la relación entre todos los miembros. Es importante saber con quién se trabaja y establecer un marco común de valores y objetivos que defina el rumbo que se tomará ante las situaciones inesperadas. Un equipo tiene una personalidad, filosofía y forma de trabajo que evolucionan conforme el equipo adquiere madurez.
“En un equipo las personas toman un papel activo de comunicación, colaboración y compromiso mutuo”.
Efraín Zapata.
Liderazgo
Por su naturaleza, el concepto general de liderazgo actual corresponde a un equipo de trabajo. En este sentido, el líder actúa como un facilitador que busca coordinar y potenciar los esfuerzos individuales alrededor del objetivo conjunto y generar un equipo auto dirigido que pueda convertirse en un equipo de alto desempeño. En el caso de un grupo, el líder (por llamarlo así) domina y controla el actuar del grupo en su conjunto, sin identificar los aspectos individuales de sus miembros. Esta forma de actuar responde a la realidad de coordinar a personas de una forma más general y por un periodo corto.
Interdependencia
Los miembros de un equipo son interdependientes ya que cada uno aporta una serie de recursos, puntos de vista, experiencias y/o conocimientos únicos que brindarán al equipo las herramientas necesarias para lograr sus objetivos. Así generan sinergias, ya que el valor que aporta cada uno de los miembros será superior a la simple suma de los esfuerzos individuales.
En un grupo no existe realmente una interdependencia entre los miembros que lo conforman, ya que cualquier otro integrante puede realizar tareas similares. Incluso la forma de trabajo en un grupo puede ser completamente independiente y aun así ser de utilidad para el interés común que los une.
Roles
Los miembros de un equipo de trabajo adquirirán diferentes roles de acuerdo a su experiencia y aporte al equipo. Aunque estos roles puedan ser informales, la interacción cotidiana del equipo los fortalece y clarifica la forma de trabajo. En el caso de los grupos no existe la necesidad de adquirir o asignar roles, ya que cada persona es independiente y no es necesario generar formas de trabajo conjuntas.
Debido a la falta de claridad en ambos conceptos, es común que en las organizaciones creamos tener equipos de trabajo cuando en realidad contamos con un grupo de personas que trabajan juntas. Transformar un grupo en un equipo es una tarea retadora, pero muy interesante y satisfactoria. El trabajo en equipo implica compromiso y apertura por parte de cada uno de sus integrantes e implica fortalecer la confianza, conocimiento y comunicación entre sus miembros.
Conclusión
Además, habrá que considerar que, una vez conformado un equipo de trabajo, la tarea del líder aún no habrá finalizado. Es posible aún dar un salto más y generar un equipo de alto desempeño que sepa gestionar sus esfuerzos de manera autónoma y funcione como una unidad, integrando a miembros de diversas áreas.
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